viernes, 7 de octubre de 2016

Queen Esther... Perla preciosa.

  Lo voy a admitir, me gustan las joyas, sinceramente me gustaría dejar algún día joyas como herencia a mis hijas e hijos.




 Pero, sinceramente, creo que de nada sirve tener todas las joyas del mundo si te falta la perla preciosa.
 Estoy convencida de que el mayor legado que un ser humano puede dejar a sus hijos es la palabra de Dios... ¡Ésa es la mayor inversión!.
 De nada sirve tener perlas si no tienes una relación real con el Creador de las perlas: Dios.
 De nada sirve tener perlas si no sabes el valor de una relación con Dios, el que diseñó ésa joya para que tu lo puedas lucir.
 No existe ningún joyero en la tierra que pueda embellecer desde adentro a una persona.
 Me gustan las joyas sí, por supuesto, pero el mayor regalo de vida, mi mayor herencia la encuentro cada día en la palabra de Dios.

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