Ayer tomamos la santa cena en la iglesia, de camino a casa con una hermana de la iglesia estuvimos hablando y ella me recordaba algunas promesas escritas en la Biblia, entre ellas el Salmo 23, que es mi favorito para siempre.
Estoy feliz... Bueno, caminando con ella, miré hacia un cubo de basura en la calle porque había un bolso dentro y tengo la gracia de encontrar tesoros.
Al ver la bolsa me fijé en que estaba llena de cosas que parecían no tener valor, pero decidí llevarme la bolsa y así evitar perder tiempo y seguir escuchando a mi hermana.
Después nos despedimos y me iba a subir a casa pero primero me fui a sentar en una plaza, me senté en un banco y separé las telas de la basura que había dentro de la bolsa ( me sigue gustando el reciclaje).
Me levanté para depositar las telas en el contenedor de ropa cuando me di cuenta de que había otra bolsa en el contenedor, por curiosidad saqué primero la bolsa y me encontré con una agradable sorpresa: mis nuevas zapatillas.
Dios es bueno... Después de encontrar las zapatillas me fui a pasear por las calles de Alcorcón y para la gloria de Dios me encontré con una persona que me dijo que yo le inspiro alegría y le dije que eso se lo debo a Dios.
Después me encontré con otra persona que me dio el privilegio de orar por ella.
Estoy feliz, tengo un Padre en los cielos que me ama.
Ya que encontré estas zapatillas y llevan el número 90, leí el Salmo 90 porque todo lo que tengo me gusta relacionarlo con Dios y quiero compartir aquí sus maravillas y asombroso amor:
"Aparezca en tus siervos tu obra, Y tu gloria sobre tus hijos". Salmos 90.16.
"De mañana sácianos con tu misericordia, Y cantaremos y nos alegraremos todos nuestros días". Salmos 90.14.
"Sea la luz de Jehová nuestro Dios sobre nosotros..." Salmos 90.17.
Por cierto, en la iglesia aprendí que Nike significa invencible. Pues desde aquí quiero dar las gracias al Invencible que murió en la cruz y resucitó al tercer día para que yo viva en victoria cada día.
Mi Dios es bueno y hace maravillas.
